Hoy pensé en tí.
Después de esa llamada impactante de cariño…pensé que no llegaría….pero llegó.
Sé que no he sido una hija ejemplar, pero voy a intentar enmendar poco a poco los errores. Con sacrificio…pero hacerlo hay que hacerlo.
Aún no sé como enfrentarme a ese beso, pero si sé…que los pocos días que nos quedan los llevare e intentaré hacer las cosas lo mejor posible.
También te agradezco a tí, que aunque no creo que te acordaras, hoy abriste tu corazón y me diste el último aliento.
Me duele el corazón cuando paso por sitios en los que estuvimos juntos, y también las tantas veces que me molesto cuando me corregías. Hoy tus consejos son lo más valioso que tengo, me ayudaste a ser una mejor persona y me hiciste comprender con amor mis errores. Feliz cumpleaños.
Aunque esté llorando, quiero que sepas QUE TE QUIERO.
Una crisis es cuando la noche aún no ha terminado de morir y la mañana aún no ha terminado de nacer. Es ese pasillo que sabes que tienes que cruzar, porque ya no perteneces a ese lugar (real o emocional) que vas dejando.
Estamos en tiempos de cambios, de soltar aquello (creencias, hábitos, comportamientos, emociones, relaciones) que no están alineadas con nuestra esencia y nuestro propósito. Lo que se tenga que ir, deja que se vaya, y permite llegar lo que tiene que ser. Deja que las piezas se acomoden.
NO QUIERO POR FAVOR QUE ME ESCRIBAS. HA LLEGADO EL DÍA Y MAÑANA COMENZAR UNA NUEVA VIDA.
SUERTE.
No soy muy sociable que digamos, y eso es porque la gente es predecible, como las películas hollywodenses de amor que incluyen musicales: Todos aspiran a ser ganadores, y eso jode un poco, porque ser ganador es aceptar de plano un estilo de vida basado en el dinero y la puta publicidad. En cambio, mis amigos viven al día, creo que lo único que aspiran es despertar vivos el siguiente día, y eso es literario, eso me parece más interesante que el coche último modelo o lo que escribe la gente que cree ser el testículo izquierdo de Neruda.