Archivos Mensuales: julio 2013

Capítulo 4…

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Soy la Reina en mi Castillo, y nadie en todo el mundo sabe que me da miedo hasta el viento y que lloro los días alternos. Te echo de menos, pero si volvieras, podríamos encender velas e incienso, escuchar canciones viejas y hablar de mi luna y mis libros.

Te quiero, aunque por las noches tu imagen me pese como piedras en la garganta. Me quieres…. Y si al menos el viento no soplara confundiéndolo todo, aterrorizando a los animales… si tuviera un dragón que me diera fuego o una maldita mazmorra para haberte encerrado, entonces no necesitaría vestirme de reina.

Sería feliz solo con abrazarte a la noche, nos desayunaríamos pan con aceite; miraría hacia arriba los días de sol y flotaría en las noches de viento. Me rendiría a tus pies, a veces; y otras te rendirías tú, y jamás nos sentiríamos vencidos. Y a pesar de que no me llamaras «reina», y tan solo me dijeras «mi niña», yo poseería esa humilde e idiota felicidad absoluta de quien sabe que lo tiene todo.

Pero no te tengo, solo Te Quiero.

Cita

Mi dentista me dijo una vez que «dejar ir» es como sacarte un diente. Cuando te lo sacaste, te sentiste aliviado, pero ¿cuántas veces pasaste tu lengua por el espacio donde estaba? Probablemente cientos de veces al día. Solo porque no te dolía, no significa que no lo notaste. Deja un espacio y algunas veces te ves a ti mismo extrañándole terriblemente. Va a tomar un rato, pero… ¿debiste mantener el diente? No, porque te causaba dolor. Entonces… sigue adelante y déjalo ir.

Mi dentista me …

Cita

Pienso que todo en la vida es arte. Lo que haces. Cómo te vistes. La forma de querer a alguien, y cómo hablar. Tu sonrisa y tu personalidad. Lo que crees, y todos tus sueños. La forma en que bebes tu café. Cómo decoras tu casa. Tu lista de la compra. La comida que haces. Cómo escribes. Y la forma en que te sientes. La vida es arte.

Pienso que todo…

Odio cuando me dicen “Ya va a encerrarse en su habitación» No sé ellos, pero yo a mi habitación voy a liberarme no a encerrarme.

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¿Alguna vez te has acostado en tu cama solo a llorar y llorar porqué crees que eres fea, porque no eres suficientemente buena para nadie? ¿Alguna vez contaste todos tus defectos, de la cabeza a los pies, para hacerte sentir peor sobre ti misma, o lloraste porqué todos los comentarios que la gente hace si te duelen aunque te rías al escucharlos? ¿Alguna vez lloraste porqué tu familia no te entiende y solo te hace sentir como si tus sueños se fueran a quedar en eso ? ¿Alguna vez odiaste que te traten como una niña pero esperen que actúes como toda una mujer? ¿Alguna vez te dijeron que tus problemas no son NADA comparados con los de los demás? Se que no quieres parecer una de esas chicas que solo quieren atención o cumplidos y por eso te lo guardas todo para ti misma. Alrededor de tus amigos y tu familia creas una sonrisa falsa que terminan por creerse, pero después, por la noche, la chica que todos pensaban que estaba feliz está sacando de sí misma su corazón roto llenándose de lágrimas.

40…

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Para cumplir cuarenta  años
te ves muy bien
y no se nota sino tu sonrisa
o mi mano que no llega a acariciar tu pelo.
Ya ves, aquí estamos
al comienzo de una nueva calle.
Y si considero tus pasos
o ese cigarrillo encendido
sólo me resta resolver un problema matemático :
uno más uno igual ninguno.
O en todo caso, una superficie blanda,
como mi mano que no llega a acariciar tu pelo.
El rocío y el humo te transforman pronto,
para deslizarte en mi piel.
Lenta, apremiante, tu boca me besa
y la soledad se esfuma, gris,
se hace mil pedazos sobre este retorno ocre,
sobre mi mano que ya no existe más
porque la guardan tus pechos tibios.
Creo que es mejor que te abrigues,
este marzo es frío y ventoso para cumplir veintinueve años.
Y si mi mano no llega a acariciar tu pelo
es por culpa de las hojas secas,
porque cuando digo tu nombre en voz alta
tu pelo se cubre de ellas y se parece al otoño.
Entonces es cuando la ternura se posa en mí,
cuando veo tu verdadero rostro,
cuando deshago este insólito paquete
y mi mano siente el contacto de tus cuarenta años,
de este marzo frío,
de los sonidos mansos,
del agua.
Y entonces puedo decir y tomar una flor blanca
para poner en tu pelo,
o puedo lanzar al aire mis poemas porque ya no tienen letras
por conocerte de nuevo,
o finalmente puedo creer, asombrada,
que te quiero.

Ningún error

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Algunas veces las personas en nuestras vidas vienen y van, pero es importante saber que nunca nada se desperdicia.

Cada amistad, relación y asociación es parte de un proceso de aprendizaje divino para guiarte.

Si tomamos el tiempo para aprender las lecciones profundas que estas relaciones están destinadas a enseñarnos, sabremos que ninguna relación es un error.