Así vivo… autocondenada a la desgracia y delicia de los momentos efímeros. Cuando a alguien conozco miro el reloj consciente que en cualquier minuto habrá desaparecido de mi vida. Cuando le beso trato de exprimir aquel cosquilleo ventral al máximo, para así escribir un poco y abusar de lo efímero para jugarle una treta al tiempo, para con letras perpetuar lo fugaz. Luego escribo, de lo vivido, de lo no vivido y de lo inventado, de las mujeres que en la vida me han dejado, de las mujeres que me han robado parte de mi vida, escribo y vivo. Así sigo, esperando el puntillazo final que dicte el límite de cada ilusión, porque cuando me aburro y los cuerpos dejan de ser fuente para las letras… me largo, me voy. Y soy consciente, en cambio, que así como yo me puedo ir, ellas igual, cuando les aburra mi escritura; que siendo distintos dicen lo que siempre se ha dicho. Así como yo me condeno a lo fugaz, quien comparta un tramo de su vida conmigo también lo hará, al final se irán, al final se van y de nuevo al principio, de nuevo, como cada vez, a esperar…
@exalope 